A los 6 o 7 años de edad ya tenía definido que su futuro era como maestra de preescolar, pero, más que una vocación, la docencia ha sido para Mayteé Guadalupe González Reyna un camino para inspirar a sus estudiantes y desafiarse a sí misma para alcanzar todo su potencial.
En sus ocho años de servicio, ha obtenido algunos reconocimientos por su práctica educativa. El más reciente: ser una de las 50 finalistas para el Global Teacher Prize, un galardón que entrega la Fundación Varkery, para reconocer a docentes excepcionales de cualquier rincón del mundo.
Mayteé, originaria de Agua Prieta, es egresada de la Licenciatura en Educación Preescolar de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de Sonora “Prof. Jesús Manuel Bustamante Mungarro” (Bycenes). Ahí, además del conocimiento, adquirió las bases para saber qué analizar en sus alumnos y mejorar sus estrategias.
“Fue un paso muy bonito y muy transformador, porque soy una persona muy tímida, y agradezco mucho a los maestros de la Normal porque siento que vieron algo en mí que yo todavía no veía, me ayudaron mucho a salir de esa zona de confort”, expresó.
En especial, recuerda con cariño los periodos de prácticas y de elaborar sus planeaciones, porque era ahí donde más se imponía el reto de sus docentes: “Había ocasiones en que las maestras me decían ‘está bien, pero puedes dar un poquito más’, sí era un desafío porque sabían que podía dar ese plus y me motivaron mucho”.
Ese mismo método lo traslada ahora a su ejercicio profesional, en el Jardín de Niños “Nuevos Horizontes”, de Agua Prieta, donde ha encontrado su personalidad como maestra.
Su principal estrategia, dijo, es caracterizar y darle su identidad a cada proyecto con el que trabaja, a través de la ambientación del salón de clases o de juegos y simulaciones que permitan a las y los niños apropiarse con más naturalidad del aprendizaje.
“Por ejemplo, hice un proyecto de boy scouts. Me baso mucho en los comentarios. De los niños, ellos querían ir de campamento y me propuse abordar el cuidado del medio ambiente, el trabajo hacia la comunidad. Ambienté el salón como si fuera el bosque y conseguí unas casas de campaña para que pareciera que ellos estaban acampando”, relató.
Fue, precisamente, en la búsqueda de la innovación que conoció la convocatoria para el Global Teacher Prize. Investigaba sobre Elisa Guerra, educadora y escritora mexicana, que fue finalista al premio en 2015 y 2016.
“Ahí empecé mi postulación. Me gusta mucho participar en los reconocimientos, porque en las solicitudes, en las preguntas que hacen, siento que me ayuda a reflexionar sobre mi propia práctica y decir ‘me falta esto’ o ‘voy bien por este camino’”, compartió González Reyna.
Luego de una serie de solicitudes y entrevistas, fue notificada de que es parte de los 50 finalistas, una selección que incluye a docentes de Brasil, Argentina, Filipinas, Grecia, España, Francia, Kenia y Sudáfrica, entre otros países.
En los próximos días se anunciará una selección más corta, de 10 finalistas, y la o el ganador se dará a conocer entre el 11 y el 13 de febrero, en la Cumbre Mundial de los Gobiernos.
Para Mayteé Guadalupe, el estar tan cerca del premio es una motivación adicional para seguir cumpliendo el sueño que tenía de niña: ser mejor maestra y despertar en sus estudiantes el deseo de aprender.
“Busco que siempre quieran conocer más, que quieran descubrir, que esa curiosidad nunca se les apague y tengan un amor por ir a la escuela”.